no hay artistas, solo arte

martes, 8 de mayo de 2007

Me estrellé con el cine

Me estrellé con la profesión más hermosa. Una profesión que me necesita. Con una labor que puede ser arte sublime. Con la libertad. Con la expresión más alta. Con la manera más persuasiva de decir algo. Con un medio que transgrede la realidad, el tiempo, el espacio, la vida. Con mucho más que una afición. Con modo de vida difícil y extenuante. Con la dificultad de la industria y la magia del arte. Con mi Caro. Con la locura. Con todas las demás artes y otras más profesiones. Con el mundo entero. Con la necesidad de sabiduría. Con el infierno. Con los libros. Con más drogas. Con la imaginación. Con el hombre. Con la mujer. La humanidad. La historia. El dolor. El Placer. Dios. Nada ni nadie. Con el sentido estético. Con la belleza farsa y la verdad cubierta de fealdad. Con mi fealdad. Mi vanidad. Con el aturdidor deseo de ser sincero. Con la mentira. Con la ilusión. Con el deseo de autodestrucción. Con la necesidad de crear. Con el incontrolable amor. Con la necesidad de desamor. 20-jun-05

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